Comentarios de Evangelio

27 de abril de 2025
II domingo de Pascua- C
(Hch 5, 12-16; Ap 1, 9-11a.12-13.17-19; Jn 20, 19-31)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Marzo (Ciclo C)


2 de Marzo - La Presentación del Señor

9 de Marzo - I Domingo de cuaresma

16 de Marzo - II Domingo de cuaresma

23 de Marzo -III Domingo de cuaresma

30 de Marzo - IV Domingo de cuaresma

Abril 2025 (Ciclo C)

6 de Abril - V Domingo de cuaresma

13 de Abril - Domingo de Ramos

20 de Abril - Resurreccion del Seigneur

27 de Abril - II Domingo Pascua

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

27 de abril

Gracias, Padre nuestro,
porque tu amor y tu misericordia son eternos.
Gracias porque
con la resurrección de tu Hijo Jesús
nos indicas cual es
el destino de todo la humanidad.
Gracias, Padre, porque eres tu quien lo ha hecho.
Ayúdanos a acoger tu proyecto
con el gozo profundo deencontrarnos ante la

 

mayor de todas las maravillas.
Ayúdanos a ser testigos con el coraje
y la coherencia de vida con que lo fueron
los apóstoles de tu Hijo,
conscientes de que hemos recibido
tu Espíritu Santo
No permitas que perdamos la alegría de la Je
ni el fuego de tu amor
que llena nuestros corazones.

Ciclo A

 

E

 


Un abrazo Antón

> > > http://www.cipecar.org < < <

Lectura orante del Evangelio: Juan 20,19-31  

Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría (Papa Francisco).

José Antonio Nieto (España)

Entró Jesús, se puso en medio y les dijo: ‘Paz a vosotros’.
Es Jesús resucitado quien toma la iniciativa, entra, se pone en medio. Su presencia es resucitada, tiene la belleza y la fuerza de un encuentro gozoso. Comienza con un saludo de paz que cura las heridas que ha dejado en los suyos, en nosotros, la traición y el abandono. Tiene la vida en plenitud y la quiere dar. Trae consigo la alegría, que ahuyenta nuestros miedos y abre las puertas cerradas. La vida de Jesús mana dentro de nosotros como un manantial inagotable, sopla sobre nosotros su Espíritu para hacer posible la creación nueva. Quiere que sintamos la alegría de ser cristianos.
¡Qué alegría creer en ti, Jesús; ser testigos de tu Evangelio!

Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Todo nuestro bien consiste en aprender a recibir para quedar llenos.¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría? Lo haremos si miramos a Jesús resucitado, si bebemos de su corazón rebosante de gracia. Estemos como estemos, siempre puede devolvernos la alegría. Al creer en él, al estar con él, nos mete en su alegría.
Jesús, nos quedamos mirándote resucitado.

‘Si no veo…, no lo creo’.
Todos caminamos con incertidumbres y dudas. Cuando la comunidad se reúne para celebrar a Jesús resucitado, animada por el Espíritu, se convierte en un espacio de acompañamiento y cuidado mutuo de la fe. Uno de los discípulos, Tomás, no está con los demás cuando llega Jesús, se ha distanciado de la comunidad, no se fía del testimonio de los hermanos y de las mujeres, pone condiciones, su fe está en peligro.

¿Cómo comunicar la alegría de haber visto al Señor a los que se han alejado? ¿Cómo decir que está vivo?
Jesús, cuando llega la noche oscura, métenos en tu pecho, intégranos en la comunidad.

¡Señor mío, Dios mío!
La muerte de Jesús en la cruz golpeó la fe de sus discípulos, pero no la destruyó. Con casi nada, el Espíritu pone de pie una nueva creación. El que no creía, cree ahora con una fe nueva, tiene fuerza para testimoniar su fe en medio de los hermanos con una confesión de fe impresionante. Estas personas, que han hecho un camino de la duda a la fe, son un regalo para la comunidad. ¿Nos decidimos a vivir el misterio de la vida confiando en el Amor como última realidad de todo?
Creemos en ti, Jesús crucificado y resucitado.

Dichosos los que crean sin haber visto.
Jesús termina el encuentro con una bienaventuranza. Dichosos los que creen. Dichosos los que acogen el testimonio de otros creyentes. Dichosos los que, más allá de las cómodas certezas, buscan caminos de verdad, de belleza, de amor; al buscar creer ya creen. Dichosos nosotros si nos decidimos a vivir con Jesús. Dichosos nosotros si salimos a celebrar la vida de Jesús con el pueblo. Dichosos nosotros, enviados a la misión de anunciar el Evangelio. El encuentro con Jesús Resucitado nos hace misioneros.

Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya.

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!
“Cristo vive y quiere que vivamos”

Un abrazo, mi oración y salud. Antón

http://www.cipecar.org/

EVANGELIO DÍA A DÍA

Lunes, 28 de abril
“El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (Jn 3,5).  
Nacer es un acontecimiento único, pero también un proceso que crece cada día. Nacer del Espíritu en la Pascua de Jesús supone vivir adheridos/as a Él.
¿Quién nos regalará la sabiduría de mirar el mundo con nuevos ojos? El Espíritu de la Pascua puede hacerlo. El Espíritu de Cristo Resucitado endereza nuestros pasos hacia la simplicidad del corazón, hacia el amor que nos reúne en una casa común y nos unifica en la mirada fraterna.
Ora la Palabra de cada día y deja que su Amor recree tu vida junto a la suya, en la suya. 

Martes, 29 de abril
Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, patrona de Europa
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso” (Mt 25,29).
Jesús nos muestra a un Dios cercano, compasivo y consolador. El descanso que Él ofrece no es huida de los problemas, sino una paz profunda que nace de vivir en comunión con Él.
Padre bueno, en medio del trabajo diario, haznos experimentar tu paz profunda, y enséñanos a ser descanso para otros: palabra que consuela,  presencia que acompaña con ternura

Miércoles, 30 de abril
«Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).
En Jesús se manifiesta el amor hasta el fin; sus obras a favor de cada ser humano muestran su unión con el Padre. La humanidad espera que surjan personas capaces de mirarlo todo y a todos como Dios mira. El mirar de Dios es amar.
Quiero caminar en verdad y ser reflejo de esperanza para quienes caminan abatidos  por el peso del dolor.

SJueves, 1 de mayo: san José obrero
«El que Dios envió habla las Palabras de Dios porque no da el espíritu con medida» (Jn 3, 34)
La fe es un don, pero encuentra acogida en quien está abierto a las sorpresas. Dios se nos da a lo grande. Jesús nos regala el Espíritu sin medida. En este derroche de gracia descubrimos lo que Dios quiere de nosotros. Intenta hoy compartir con alguien tu fe. Es una forma de extender la vida.

Orar es saber que el agua del Espíritu vivifica y alienta toda semilla que ponemos cada día en los surcos del mundo.

Viernes, 2 de mayo
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces…. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió» (Jn 6,9. 11)
Siempre que se comparte aparece el milagro, se asoma la novedad de Dios en la tierra, se generan hombres y mujeres libres llamados también a compartir. Echa mano al bolsillo y colabora para paliar tanta hambre como hay en el mundo. 

Aquí estoy, Señor, en la mesa con mi pan partido. 

Sábado, 3 de mayo
SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, Apóstoles
«El que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores» (Jn 14,12)
La misión nace de una convivencia prolongada con Jesús; la profecía nace de la amistad con Dios. Lo que se descubre en la intimidad del encuentro orante se proclama desde los tejados. Cuando un orante ha experimentado el amor gratuito de Jesús, puede colocarse en medio del mundo para ser con sus obras un humilde reflejo de la belleza de Dios.

Tú, Señor, eres mi Camino, mi Verdad y mi Vida. Tu amistad me pone en camino de anuncio.