Comentarios de Evangelio

14 de septiembre de 2025
La Cruz Gloriosa - C
(Nm 21, 4b-9 ; Flp 2, 6-11 ; Jn 3, 13-17)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Agosto (Ciclo C)

3 de Agosto - XVII Domingo de Pascua

10 de Agosto - XIX Domingo de Pascua

17 de Agosto - XX Domingo de Pascua

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24 de Agosto - XXI Domingo de Pascua

31 de Agosto - XXII Domingo de Pascua

Septiembre (Ciclo C)

7 de Septiembre - XIII Domingo de Pascua

14 de Septiembre - La Cruz gloriosa

21 de Septiembre - XXV Domingo de Pascua

28 de Septiembre - XXVI Domingo de Pascua

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

14 de septiembre

Dios y Padre nuestro, te damos gracias
porque tu Hijo Jesús ha querido acompañar
el camino de la familia humana en el mundo
haciéndose solidario
de nuestras alegrías y sufrimientos
y dando a conocer tu amor y misericordia
atendiendo y sirviendo a todos.
Te pedimos, Padre, que sepamos mirar el mundo
con el mismo amor con que tú lo miras,
que nos propongamos ayudar
a nuestros hermanos a descubrir el camino
de la salvaci6n y la paz,
sin pretender condenar a nadie,
sino sien do signos de tu amor.
Que no tengamos miedo de hacer el bien,

 

aunque ello nos suponga a veces
compartir el sufrimiento y la cruz de Jesús;
que nos dejemos convencer de que este camino
es el único que conduce a la luz y a la salvación.
Te pedimos también, Padre, por aquellos
que tienen una cruz más pesada en la vida
debido a la soledad, la enfermedad
o la falta de solidaridad de nuestro mundo:
ayudanos a saber estar a su lado
ya sabemos ayudar mutuamente,
siendo así signos de esperanza y resurrección.
Concédenos, Padre, hacer nuestro tu deseo
de que todos tengan vida y vida en plenitud
y que cada día sepamos encontrar
nuevos caminos para ponerlo en práctica,

Ciclo C

 

C

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Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

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Lectura orante del Evangelio: Juan 3, 13-17   

En la cruz está la vida/y el consuelo, / y ella sola es el camino/para el cielo. En la cruz está “el Señor/ de cielo y tierra”, /y el gozar de mucha paz, /aunque haya guerra. /Todos los males destierra/en este suelo, /y ella sola es el camino/para el cielo..

José Antonio Nieto (España)

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
El diálogo con Nicodemo es una de las estampas más significativas del evangelio de Juan. Hubo judíos que con toda su carga religiosa y su tradición querían buscar la verdad, la luz, el agua viva, el nuevo maná. Cómo no recordar a Santa Edith Stein y su búsqueda apasionada y valiente de la verdad.
Salva, oh Señor, a tu pueblo y bendice tu heredad. Concede a tus fieles la victoria sobre los enemigos, y protege a los tuyos con tu santa Cruz.

Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el hijo del hombre.
Jesús es el revelador de la salvación y quien se encuentra con él y en él, se encuentra con la vida. La Cruz de Jesús es la palabra con la que Dios ha respondido al mal del mundo. Ante la Cruz nos brota la gratitud y el asombro.
Hoy miramos la Cruz y callamos. La palabra traicionada en Getsemaní, es levantada en el monte para iluminar al mundo.  

Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Ya no hay que mirar a una serpiente sino a Jesús a quien ha entregado el Padre por amor. ¿Contemplemos la Cruz! En ella no está clavado un fracasado, está clavado nuestro egoísmo. En ella no cuelga un derrotado, cuelga nuestra cobardía. Esa sangre que vemos no es señal de muerte, es el precio de la libertad y la verdad. La Cruz es el gran libro abierto del amor. La Cruz expresa toda la fuerza negativa del mal y la omnipotencia de la misericordia. Poner los ojos en

la Cruz es hallar en Jesús aún más de lo que pedimos o deseamos. La Cruz de Jesús es nuestra única esperanza verdadera.
En la Cruz nos das la salvación. En la Cruz perdonas nuestros pecados. En la Cruz nos muestras el amor.

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ningún de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Dios no odia al mundo, sino que lo ama y así lo muestra en el misterio de la entrega del Hijo. Seguir a Jesús es caminar con él, llevando la cruz. Aunque era Dios, Cristo se humilló haciéndose siervo. Esta es la gloria de la Cruz de Jesús (Papa Francisco).
Trazamos la señal de la Cruz sobre nosotros y bendecimos a la humanidad con el signo de la Cruz.  

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El Dios de nuestra salvación es un Dios que ama al mundo que lo rechaza. No un dios perverso o rencoroso. Es un Dios que quiere ser aceptado, que quiere ser amado, desde el amor que Él mismo ha mostrado en su Hijo entregado hasta la muerte en la cruz. Esa es su gloria, esa es nuestra garantía. La Cruz es el regalo del amor de Cristo por nosotros.
Cada vez que mire la Cruz diré: ¡Cuánto me amas Jesús! Con la Iglesia te adoramos Cristo y te bendecimos. Por tu santa Cruz redimiste al mundo. Junto a la Cruz de Jesús y junto a nuestra cruz siempre está María.

¡Feliz día de la Exaltación de la Santa Cruz!
Un abrazo, mi oración y salud. Antón

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EVANGELIO DÍA A DÍA

Lunes, 15 de septiembre
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES
«Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa» (Jn 19,27).
María ha sido fiel a Jesús hasta el final. Ha dicho sí cuando todo sonreía y ha dicho sí cuando todo era oscuridad. Su sí ha abierto en el mundo caminos de fecundidad y de esperanza. Cada vez que dices sí a Jesús, también en las dificultades, se ensancha el espacio de tu tienda y Dios te da nuevos hermanos y hermanas a tu cargo, para que los cuides.
Cuando miro mi corazón veo tu luz, María. Cuando miro mi corazón, me encuentro con muchos nombres. Gracias por tanta fecundidad, Señor 

Martes, 16 de septiembre 
«No llores» (Lc 7,13)  
Jesús se compadece de una mujer que llora la muerte de su hijo. Lo hace con inmensa ternura. La palabra de Jesús es compasiva, comunica siempre la vida. Jesús entrega la vida a la mujer que llora. Vete al encuentro al encuentro de la gente que sufre. No  esperes a mañana para hacerlo. Dales tu cercanía, tu sencillez. Pon vida en medio de toda muerte.
Junto a ti, Jesús, se respira la vida. Junto a ti, Jesús, no hay lugar para el llanto. Junto a ti, Jesús, encontramos a los hermanos.

Miércoles, 17 de septiembre 
«Amigo de publicanos y pecadores» (Lc 7,34) 
Fue un escándalo que Jesús compartiera su mesa con los despreciados de la sociedad. Los enemigos de Jesús jamás admitieron que predicara el Reino como gracia y no como juicio. ¿Quiénes son tus amigos? ¿Te duele toda actitud de racismo y exclusión? Tu vida, si la aceptas, se convierte en espacio libre donde Dios puede crear todavía. 
Hazte capacidad y Dios se hará torrente para ti.

Jueves, 18 de septiembre
“Sus muchos pecados han quedado perdonados, porque ha amado mucho” (Lc 7,47).
Aquella mujer tenía mucho amor y lo derramó como un perfume a los pies de Jesús. Contempla a la mujer en medio. La están fulminando con la mirada. Mira cómo cuida Jesús de los débiles, como sale a favor de una mujer tan condenada. Dile a Jesús con tus gestos que te perdone, que te devuelva la capacidad de amor perdida.
No tengas miedo a amar, que el mundo se salvará por la belleza.

Viernes, 19 de septiembre
«Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios» (Lc 8,1).
Jesús camina de pueblo en pueblo. Es un peregrino que visita con alegría todos los lugares. Jesús va siempre al encuentro. No espera. Se adelanta y se ofrece. Tiene prisa por sembrar el gozo en los surcos del mundo. Vive tu fe con alegría. La tristeza quita las fuerzas, esconde el rostro de Dios a los ojos de las gentes. Haz lo que puedas por disminuir la tristeza de los demás.
Dame, Señor, tu Espíritu de fortaleza. Haz que mi vida se misionera de alegría. Que a todos les anuncie lo inmensidad de tu amor.

Sábado, 20 de septiembre
«La semilla es la Palabra de Dios» (Lc 8,11)
Dios habla. Tiene ganas de decirse. Busca corazones abiertos donde depositar su semilla. Haz silencio para escuchar. Rumia la Palabra para que te cale por dentro. Mira a Jesús que te comunica la vida. Guarda lo que te dice Jesús en el corazón, como María.
Me descalzo para escuchar. Te escucho para llenarme de ti. Te miro con amor. Te llevo siempre conmigo. Gracias, Jesús, por todo.