Recién ordenado sacerdote, ya en diciembre de 1700, Grignión de Montfort sueña con un puñado de sacerdotes que vayan «en forma pobre y sencilla a enseñar el catecismo a los pobres del campo».
Sin embargo, cuando muere en 1716, el porvenir está lejos de quedar asegurado. Maturín 

Rangeard, su fiel colaborador, no se atrevió nunca a emitir votos. La frágil comunidad de cuatro Hermanos reunidos en torno a Montfort se va a disgregar poco después. Los dos sacerdotes conseguidos por él Renato Mulot y Adriano Vatel se han comprometido sólo a medias. La rama femenina es la más favorecida: cuenta con cinco Hermanas en La Rochelle.

 

María Luisa Trichet

La primera discípula del fundador es también la que va a poner los fundamentos del edificio monfortiano. María Luisa Trichet nació en 1684, en una familia honorable (su padre era procurador en el presidíal de Poitiers), pero más rica de hijos que de dinero. Tiene diecisiete años, cuando Montfort descubre en ella a la futura realizadora de un proyecto ya esbozado: una asociación de «jóvenes consagradas a la Sabiduría Encarnada». María Luisa no desea otra cosa que el claustro. Con todo, por docilidad a su director espiritual, acepta compartir la vida de los pobres «encarcelados» del hospital general de Poitiers. Su madre se indigna: «íTe volverás loca como él!» En la calle la gente la señala con el dedo. Pero ella persevera.
Y va a perseverar sola durante diez años. Sabrá hacerse respetar poco a poco por los responsables del hospital. Hasta el punto que llegaron a nombrarla ecónoma titular. Cuando Montfort la llama, corre a reunirse con él en La Rochelle, en marzo de 1715, para abrir allí una escuela para niñas pobres.

Alcanza un éxito rotundo. Durante los últimos meses de la vida del misionero conseguirá que éste acepte nuevos puntos de vista. Especialmente en la redacción definitiva de la Regla de Vida que el Padre de Montfort entrega a las Hijas de la Sabiduría.
Al morir su padre espiritual, María Luisa tiene treinta y dos años. Asume «naturalmente» la sucesión como fundadora. En primer lugar, establece la Casa Madre en San Lorenzo (1720). El año siguiente prepara la llegada de los Padres y Hermanos dispersos. Gracias a ella, en 1722, la rama masculina se establece definitivamente cerca de la tumba del fundador. Allí, en la fidelidad al carisma propio de cada instituto, se establece un intercambio de servicios en la medida en que lo permitía la situación de la Iglesia en esa época, una fraternidad monfortiana cuya riqueza descubrimos hoy.
En el siglo siguiente, cada uno de los institutos monfortianos va a vivir su desarrollo en forma diferente.

 

Gabriel Deshayes

Es curioso el destino de este párroco de Auray. Fue elegido superior general de la rama masculina en 1821, cuando acababa apenas de entrar al grupo. Personalidad curiosa también la de este apóstol cuyo celo ilimitado, algo embrollador si no astuto, encontraba siempre instituciones a crear. Nació en 1767, cerca de Plöermel. Sacerdote clandestino durante la Revolución; vicario general en Vannes en 1805. Antes de su llegada a San Lorenzo, había ya participado en la creación de dos congregaciones religiosas, sin hablar de muchas obras más. Aquella actividad, que irá creciendo, con los años, sólo es igualada por una confianza total, casi ingenua, en la Providencia. En este aspecto, Gabriel Deshayes se parece mucho a Luis María de Montfort.
Desarrolla muy pronto la rama de los Hermanos y lanza buena parte de ellos a las escuelas primarias, que constituyen entonces un campo privilegiado de la pastoral. Dada la situación eclesial, era más difícil encontrar sacerdotes. Sus esfuerzos en este campo sólo tendrán éxito después de 1850.
Una parte de los Hermanos se establecerá pronto en una

casa aparte, llamada San Gabriel. Todo esto no bastaba para ocupar al ardiente superior, que logra participar en la fundación de varias congregaciones más. Pero la acción de Gabriel Deshayes se realizaba también en profundidad. Muy preocupado por la restauración del pasado, el superior quiso, a su manera de recién llegado, renovar la tradición monfortiana. Así, abrió el proceso de beatificación del Padre de Montfort. Ocasión para que en 1842 unos meses después de su muerte se encontrara un antiguo manuscrito que daría la vuelta al mundo bajo el título de Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen. Gracias a ese tesoro, toda la familia monfortiana podrá comprender mejor gran parte de su identidad.
Para la rama masculina, Gabriel Deshayes fue un restaurador, casi un segundo fundador, tanto de los Padres como de los Hermanos. Especialmente de aquellos Hermanos que progresivamente, a partir de 1835, se llamarán Hermanos de San Gabriel.

MONFORTIANOS EN EL MUNDO

 

Misioneros Monfortianos 1036
Hijas de la Sabiduría 2570
Hermanos de San Gabriel 1250

AMÉRICA

EUROPA

ÁFRICA

ASIA

1 Canadá
2 Estados Unidos
3 Bahamas
 4 Haití
•• 5 Nicaragua
 6 Colombia
 7 Ecuador
 8 Brasil
 9 Perú
••10 Bolivia
11 Argentina

•• 1 Islandia
2 Gran Bretaña
••3 Irlanda
4 Holanda
•• 5 Dinamarca
•• 6 Alemania
•• 7 Austria
•• 8 Croacia
9 Bélgica
10 Francia
11 España
•• 12 Portugal
13 Italia

•• 1 Senegal
•• 2 Guinea
•• 3 Camerún
•• 4 África Central
•• 5 Congo
•• 6 Gabón
7 Zaire
•• 8 Uganda
•• 9 Rwanda
•• 10 Kenia
•• 11 Tanzania
12 Malawi
•• 13 Lesotho
•• 14 Zambia
16 Madagascar
17 Reunión
•• 18 Mauricio
1 India
•• 2 Thailandia
•• 3 Malasia
•• 4 Singapur
•• 5 Indonesia
6 Filipinas
7 PapuaNueva Guinea
•• 8 Fiji
•• 9 Tonga